Los espacios interiores deben ser los mejores aliados de nuestra salud. A través de una higiene doméstica efectiva podemos hacer que los hogares me vuelvan más saludables y seguros. En este artículo te contamos qué productos y estrategias necesitas para conseguirlo.  

Diferencias entre limpieza e higiene doméstica 

La limpieza en casa puede ser en ocasiones tediosa, pero muy necesaria para acabar con los gérmenes y mantener una salud adecuada en la familia. De esto aprendimos mucho durante la pandemia, pero hoy en día la higiene y desinfección de superficies debe seguir siendo una prioridad en la limpieza del hogar.  

La limpieza con detergente o jabón y agua, nos permite eliminar la suciedad de las distintas superficies. Luego otros elementos se someten a un proceso de higienización, como ocurre con los platos, cubertería, mesas, encimeras y baños. Por último, la desinfección permite acabar con los gérmenes en superficies como encimeras, baños o lavabos.

Por tanto, la limpieza elimina la suciedad visible de las superficies, como el polvo o las manchas en suelos, paredes, alfombras o ventanas. Mientras que la higiene, por otro lado, se centra en eliminar gérmenes y bacterias que no son visibles. Algunos elementos y áreas de tu hogar requieren ambos procesos para garantizar una limpieza completa y una desinfección adecuada. 

Productos de limpieza con agentes desinfectantes 

Es fundamental separar los procesos de limpieza y desinfección para unos resultados óptimos. Las superficies u objetos sucios bloquean los efectos de un producto de desinfección o higiene. Por lo tanto, siempre limpia primero la superficie con jabón o detergente y enjuágala antes de desinfectar.

No se debe mezclar lejía o hipoclorito, con amoníaco ya que esta combinación produce un gas perjudicial para la salud.

Además, no todas las superficies y artículos requieren higiene o desinfección.

El correcto uso de la lejía, hipoclorito o blanqueador

El hipoclorito de uso doméstico (cloro) es eficaz contra la mayoría de los microorganismos, incluidas las esporas bacterianas. Se utiliza tanto para desinfectar, como para higienizar. Ya que en función de su concentración limpia o desinfecta. 

El hipoclorito de uso doméstico es una solución del 5,25 % de hipoclorito de sodio. Mientras que la versión "ultra" es ligeramente más concentrada y se debe diluir y utilizar de la misma manera que el hipoclorito de uso doméstico. Las soluciones de lejía industrial de mayor concentración no son adecuadas para uso doméstico.

Recuerda que la lejía de uso doméstico debe ser guardada en su envase original, lejos del alcance de los niños y se debe permitir que la solución actué durante al menos 2 minutos antes de retirarla.

Si tienes productos de limpieza o desinfección diluidos en botes rociadores, no olvides etiquetarlos adecuadamente. No rociar productos desinfectantes como la lejía en presencia de los niños para evitar su inhalación y exposición a ojos y piel.

Productos de limpieza caseros alternativos

Si deseas evitar productos químicos fuertes para una higiene doméstica efectiva y un hogar saludable, considera utilizar productos de limpieza caseros elaborados con ingredientes como bicarbonato de sodio, jabón líquido y vinagre. 

Estos ingredientes son más seguros y económicos, aunque pueden requerir un poco más de esfuerzo para obtener los mismos resultados.

Conclusión

Mantener un hogar limpio y saludable es fundamental para el bienestar de tu familia. Al comprender la diferencia entre limpieza e higiene, elegir productos de limpieza y desinfectantes efectivos, y seguir prácticas adecuadas de limpieza, puedes crear un entorno en el que todos se sientan seguros y saludables. 

La clave está en encontrar un equilibrio entre la limpieza y la higiene para disfrutar de un hogar libre de gérmenes y seguro.